Como todos los años, Capital distingue a vecinos ilustres. Pero este no es un año como todos. La pandemia de coronavirus caló hondo y llegó a modificar la escala de prioridades.
Por eso, en este 2020 la intendencia de Capital propuso a un sencillo recolector de residuos para integrar el listado de vecinos destacados en el marco de la Fundación de San Juan.
Al igual que los médicos, fuerzas de seguridad y proveedores de alimentos; los prestadores de servicios esenciales como la higiene y desinfección; son héroes contemporáneos y merecen reconocimiento.
Es el caso de Benito Eleuterio Arévalo, sugerido por sus compañeros de trabajo en la Dirección de Servicios de la Municipalidad. Aunque el hombre se jubiló sigue conservando buenos amigos en el lugar. Paradójicamente, ingresó a trabajar el Día del Amigo, 20 de Julio de 1973.
En ese momento el gobernador de la Provincia era Eloy Próspero Camus, mientras que el intendente de Capital era Salvador Rodríguez.
Don Arévalo trabajó 39 años en el municipio, cumpliendo funciones en sus comienzos en la Zona 4, realizando tareas de limpieza y barrido. Luego se desempeñó como capataz en la recolección de residuos, en turno mañana y tarde durante 36 años hasta el momento de jubilarse el 30 de junio de 2011.
Dejó huella entre sus compañeros, que concurrieron al secretario de Ambiente y Servicios Javier Rodríguez con la idea de destacarlo este año. El entusiasmo se adaptará al distanciamiento social que marca la emergencia sanitaria.
“Benito forma parte del ADN del municipalismo. En vos a todos los municipales, sobre todo a los del área de servicio, mi reconocimiento”, dijo el intendente Emilio Baistrocchi.
“El tiene muchos años de servicio, en el área más compleja, demandante y el mayor reconocimiento de capitalinos. A los chicos y chicas que recogen las hojas, que manejan el camión y a los administrativos también el reconocimiento”, agregó Baistrocchi.
Junto a Arévalo, el Concejo Deliberante también distinguió a otros tres capitalinos, por su trayectoria y vocación de servicio a la comunidad.
Uno de ellos es el profesor Daniel Arias. Es docente e historiador de la Universidad Nacional de San Juan, presidente de la Junta de Estudios Históricos de San Juan y doctor en Historia.
Fue uno de los colaboradores en el libro “A 30 años de la Constitución de San Juan. La Convención Constituyente. Sus protagonistas. Su legado”, realizado a través del Fondo Editorial de la Legislatura de San Juan.
También presentó el libro de la Difunta Correa, en el marco de la Fiesta Nacional del Sol del 2018. Apasionado por las curiosidades de la historia que quedaron fuera de los relatos oficiales, sus libros compendian un mundo de planteos e inquietudes. Férreo defensor de la historia sanjuanina ha expresado en diversas oportunidades que es muy necesario escribir una nueva Historia de San Juan, para proyectar un Estado provincial fuerte, que incluya las enseñanzas de los ancestros en los cultivos, en la formación de los suelos, en la ciencia de la observación que tenían y en las especies autóctonas y sus propiedades.
Hace un tiempo visitó el Archivo de Indias, en Sevilla, España. Allí descubrió “perlitas” de la Fundación de San Juan que lo motivaron a seguir disertando en la temática.
Mirta Romero es otra de las distinguidas como Vecina Ilustre en Capital. Es escultora argentina, nacida en San Juan en 1943. Se formó en talleres y luego estudió en la Universidad Nacional de San Juan, egresando como Profesora de Artes Plásticas en 1975. Viajó por el país y el extranjero, participando en concursos. Recibió varios premios y representó a la Argentina en importantes festivales internacionales de escultura en hielo y en madera: Grindewald, Suiza; Valloir, Francia; Colorado, EE.UU.; Québec, Canadá; Hojer y Oddense, Dinamarca; Kemijärvi, Finlandia y obtuvo el Primer Premio en el 8º Simposio Internacional, St. Blasien, Alemania.
En el Centro Ambiental Anchipurac se colocó una escultura de la reconocida artista plástica. Se bautizó “Clamor de la Tierra” a la obra que alude al elemento en común que une al paisaje sanjuanino.
Y en esta edición de Vecino Ilustre se hizo el reconocimiento post mortem a Eladio López. Fue socio, consejero y presidente de la Biblioteca Franklin; su alma mater.
Desde que tenía 11 años se asoció a la vieja Biblioteca Franklin, que cuatro meses antes había reabierto su sala de lectura y empezaba un nuevo capítulo de su historia en edificio nuevo.
Con su espíritu inteligente, Eladio estudió y aprendió en las salas y con los libros de “la Franklin” se recibió de abogado. En 1975 fue elegido por los socios para ser miembro del Consejo Directivo.
Por siete años desempeñó ese rol en una época compleja y dramática de la historia. Cuando la Argentina recuperó la democracia, en 1983, también la Biblioteca entró en una nueva etapa y el joven Eladio fue elegido presidente.
Eladio López impulsó la informatización de la Biblioteca Franklin, siendo la primera del país en conseguirlo. Además, modernizó el estatuto social para que las minorías del consejo tuvieran representatividad y puso en vigencia el reglamento interno de funcionamiento.
Se dedicó al ejercicio del derecho pero volvió a la institución en 2001 como presidente. Lideró una de las gestiones más notables en la que se concretó la remodelación y funcionalización edilicia que la consolidaron como Centro Cultural.
Su último mandato vencía en abril de 2021, pero una dura enfermedad lo venció el 30 de Abril pasado.
Baistrocchi recordó que en la década del ´90 acompañó a su abuelo con casi 95 años a recibir la resolución de vecino ilustre. “Pasaron más de 30 años y todavía me acuerdo de estar acá para ese reconocimiento. Es muy bueno que sea en vida, pero si no, como en el caso de López, post mortem.
El sábado tenemos el cumpleaños de San Juan y tiene que ver con no olvidar nuestros orígenes, nuestros ciudadanos, nuestros vecinos”, cerró Baistrocchi.