CAMINOS DE LA EDUCACIÓN: DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO

José Ignacio de la Roza fue el insigne fundador de la “Escuela de la Patria” en San Juan, institución  donde los niños,  asistían sin distinción de clases, entre ellos nuestro comprovinciano Domingo Faustino Sarmiento, quién estudió allí durante nueve años.

 

Sarmiento en 1845, retratado por Benjamín Franklin Rawson Sarmiento en 1845, retratado por Benjamín Franklin Rawson https://www.infobae.com/historia-argentina/2019/09/11/el-nino-sarmiento-buen-alumno-autodidacta-y-maestro-quinceanero-que-llego-a-presidente/

La misma se ubicaba en un espacio vecino a la actual Plaza 25 de Mayo, al sur de la Iglesia Catedral y estuvo a cargo de los maestros Ignacio Fermín y José Genaro Rodríguez. Contaba con tres salones. Sarmiento recordaba que la decoración de la escuela era suntuosa, había una imagen de la virgen del Carmen –patrona de la escuela–, una pintura de las armas de la República y un cartucho que decía: “¡Recompensa al mérito!”.

Sarmiento aprendió matemática elemental y gramática, perfeccionó la lectura y alcanzó a ser un estudiante destacado. Los sábados también acudía a la escuela para recibir enseñanza religiosa y orientaciones morales. Sarmiento comentaba que su padre, a pesar de sus limitaciones, le tomaba diariamente la lección y lo hacía practicar lectura.

Al alcanzar el tercer nivel de aprendizaje, el maestro confecciona un informe de los alumnos en condiciones de egresar de la escuela primaria. Los candidatos a la graduación debían pasar por un examen público ante las autoridades. Ese espectáculo se desarrollaba en la plaza. Allí los estudiantes esperaban sentados en sus bancos para ser interrogados sobre los conocimientos adquiridos. Alrededor de ellos se ubicaban padres y público en general. Presidían el acto el Gobernador, los miembros del Cabildo, el sacerdote y algunos vecinos notables.

  “Al hablar de los progresos de la enseñanza debo consignar algunas páginas a la descripción de un establecimiento de educación primaria, que a cada paso que doy en mi tarea viene a mi espíritu, con todos los prestigios e ilusiones de la primera época de la vida, tan cara siempre y tan suave en los recuerdos del hombre. Me refiero a la escuela de la Patria…”

   “… tan alto fue desde entonces el prestigio de la Escuela Gratuita de la Provincia, que el empleo de maestro asumió el carácter de una de las más altas magistraturas…”

   “Los exámenes públicos de los alumnos, fueron por muchos años unos de los espectáculos más solemnes y atractivos que podían ofrecerse a los habitantes de una ciudad apartada y cuyas costumbres conservaban aún la simplicidad colonial…”    Domingo F. Sarmiento