Fray Justo Santa María de Oro, quién fuera Obispo de San Juan y un destacado Diputado en el Congreso de Tucumán, dispuso la creación de un convento de religiosas dominicas y un colegio gratuito de señoritas en su casa natal. Este proyecto quedó inconcluso a su muerte, ocurrida en 1836, pero fue retomado luego por su sobrino Domingo F. Sarmiento.
Así en 1839 nació el Pensionado de Santa Rosa de Lima, institución dedicada a la enseñanza primaria y secundaria para la instrucción de las niñas de familias de alta sociedad de la provincia. En 1868 el colegio reabrió sus puertas después de un tiempo, esta vez a cargo de las religiosas dominicas.
Actualmente, se conservan algunas construcciones del Colegio fundado por Sarmiento: el patio colonial y la habitación donde nació Fray Justo Santa María de Oro. En esta se encuentra exhibido el corazón del prócer sanjuanino. Además, podemos encontrar una Biblia escrita en latín que data de mediados del siglo XVIII y otros libros conservados de la misma época.
En 1941 la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos declaró al edificio como Monumento Histórico Nacional.
El Colegio no escapó del terremoto de 1944 que lo destruyó casi en su totalidad.